Las fotografías de paisajes tienen mucho que ver con la visión global y contar la historia de donde nos encontramos.
La luz y la exposición son uno de los aspectos más importantes de cualquier fotografía. El exceso de luz hace que la fotografía quede sobreexpuesta y se fundan los detalles esenciales. Y la escasez de luz convierte la fotografía en oscura y hace que se pierdan los detalles en las sombras.
La exposición se controla mediante tres elementos: 1) el ISO, la sensibilidad a la luz de la cámara, 2) la velocidad del obturador, el tiempo que se permite que luz entre en la cámara y 3) el diafragma, el tamaño del orificio por el que pasa la luz.
La relación entre estos tres factores es ciertamente compleja, la buena noticia es que las cámaras realizan la mayor parte del trabajo y te permiten controlar el proceso en la medida que desees.
Cuando se trata de instantáneas de paisajes, lo qué más importa es el detalle. Poder ver los detalles en todas las zonas de la imagen.
Un valor bajo de diafragma hace que se enfoque poco contenido delante o detrás del sujeto y un valor de diafragma elevado hace que se enfoque todo.
Por tanto, debes seleccionar los valores “A” o “Av” para la configuración del diafragma de tu cámara y seleccionar aproximadamente “16” para asegurarte de que todos los detalles de la fotografía quedarán nítidos y un detalle excelente.
Al dominarlo por completo, intenta fotografiar con un objetivo de ángulo amplio para captar paisajes aún mayores.
El premio para esta categoría es un objetivo Gran angular para sensores APS-C EF-S 10-22mm f/3.5-4.5 USM
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