En primer lugar, no hay que sentirse intimidado. Cuando empieces realmente a ver el mundo que te rodea, te darás cuenta de que los posibles sujetos fotográficos son infinitos.
Tómate tu tiempo para explorar el instante que tienes frente a ti y verás como tus ojos se fijan en ciertos sujetos. Ten confianza, si es lo suficientemente interesante para captar tu atención, lo más probable es que pueda darte una buena fotografía.
Bien, ya has seleccionado el sujeto. Ahora necesitas pensar en la composición. ¿Cómo deseas que el sujeto encaje en la fotografía?
Una de las herramientas de composición más fiable es la que se conoce como “regla de los tercios”. Lo único que debes hacer es dibujar líneas imaginarias en la pantalla de la cámara o el visor de imágenes y dividir la escena en tercios. Alinea el sujeto con una de estas líneas divisoras y siempre conseguirás una fotografía bien equilibrada, casi siempre.
Del mismo modo, si deseas fotografiar un paisaje, no lo sitúes en el centro de la imagen; alinéalo con el tercio superior e inferior para obtener una composición mucho más interesante.
Mientras aprendas a componer las fotografías, utiliza la cámara en modo automático. De este modo, la cámara realizará su función exponiendo y enfocando correctamente la toma mientras tú te centras en los aspectos básicos para dar un encuadre interesante a tu instantánea.
Lo que sí puedes hacer es jugar con el zoom. La mayoría de objetivos y todas las cámaras compactas incluyen la función de zoom, que permite siempre tomar fotografías más cercanas de su sujeto sin tener que desplazarse físicamente. Esto puede ser útil para realizar retratos de personas que, gracias al zoom, no son conscientes de que están siendo fotografiadas.
El premio para esta categoría es un objetivo Zoom compacto versátil de largo alcance EF-S 18-200mm f/3.5-5.6 IS
El premio para esta categoría es un objetivo Zoom compacto versátil de largo alcance EF-S 18-200mm f/3.5-5.6 IS
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